El "Código" de Nuremberg
Creación: Tribunal Internacional de Nüremberg, 1946
Traducción
castellana: Gonzalo Herranz
Copyright de la traducción castellana: No
Comprobado el 29 de mayo de 2007
El "Código" de Nuremberg
La prueba de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad
Aplicando cualquier criterio reconocido de evaluación, el juicio muestra que
se han cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad tal como se
alega en los puntos dos y tres de la querella. Desde el comienzo de la Segunda
Guerra Mundial se realizaron, en Alemania y en los países ocupados, experimentos
médicos criminales en gran escala sobre ciudadanos no alemanes, tanto
prisioneros de guerra como civiles, incluidos judíos y personas "asociales".
Tales experimentos no fueron acciones aisladas o casuales de médicos o
científicos que trabajaran aislados o por su propia responsabilidad, sino que
fueron el resultado de una normativa y planeamiento coordinados al más alto
nivel del gobierno, del ejército y del partido nazi, practicado como parte del
esfuerzo de guerra total. Fueron ordenados, aprobados, permitidos o sancionados
por personas que ocupaban cargos de autoridad, las cuales estaban obligadas, de
acuerdo con los principios de la ley, a conocer esos hechos y a tomar las
medidas necesarias para impedirlos y ponerles fin.
Experimentos médicos permisibles
Existen pruebas de gran peso
que nos muestran que ciertos tipos de experimentos sobre seres humanos, cuando
se mantienen dentro de límites razonablemente definidos, son conformes con la
ética general de la profesión médica. Quienes practican la experimentación
humana justifican su actitud en que esos experimentos proporcionan resultados
que benefician a humanidad y que no pueden obtenerse por otros métodos o medios
de estudio. Todos están de acuerdo, sin embargo, en que deben observarse ciertos
principios básicos a fin de satisfacer los requisitos de la moral, la ética y el
derecho:
1. El consentimiento voluntario del sujeto humano es absolutamente
esencial.
Esto quiere decir que la persona afectada deberá tener capacidad legal para
consentir; deberá estar en situación tal que pueda ejercer plena libertad de
elección, sin impedimento alguno de fuerza, fraude, engaño, intimidación,
promesa o cualquier otra forma de coacción o amenaza; y deberá tener información
y conocimiento suficientes de los elementos del correspondiente experimento, de
modo que pueda entender lo que decide. Este último elemento exige que, antes de
aceptar una respuesta afirmativa por parte de un sujeto experimental, el
investigador tiene que haberle dado a conocer la naturaleza, duración y
propósito del experimento; los métodos y medios conforme a los que se llevará a
cabo; los inconvenientes y riesgos que razonablemente pueden esperarse; y los
efectos que para su salud o personalidad podrían derivarse de su participación
en el experimento. El deber y la responsabilidad de evaluar la calidad del
consentimiento corren de la cuenta de todos y cada uno de los individuos que
inician o dirigen el experimento o que colaboran en él. es un deber y una
responsabilidad personal que no puede ser impunemente delegado en otro.
2. El experimento debería ser tal que prometiera dar resultados beneficiosos
para el bienestar de la sociedad, y que no pudieran ser obtenidos por otros
medios de estudio. No podrán ser de naturaleza caprichosa o innecesaria.
3. El experimento deberá diseñarse y basarse sobre los datos de la
experimentación animal previa y sobre el conocimiento de la historia natural de
la enfermedad y de otros problemas en estudio que puedan prometer resultados que
justifiquen la realización del experimento.
4. El experimento deberá llevarse a cabo de modo que evite todo sufrimiento o
daño físico o mental innecesario.
5. No se podrán realizar experimentos de los que haya razones a priori para
creer que puedan producir la muerte o daños incapacitantes graves; excepto,
quizás, en aquellos experimentos en los que los mismos experimentadores sirvan
como sujetos.
6. El grado de riesgo que se corre nunca podrá exceder el determinado por la
importancia humanitaria del problema que el experimento pretende resolver.
7. Deben tomarse las medidas apropiadas y se proporcionaran los dispositivos
adecuados para proteger al sujeto de las posibilidades, aun de las más remotas,
de lesión, incapacidad o muerte.
8. Los experimentos deberían ser realizados sólo por personas cualificadas
científicamente. Deberá exigirse de los que dirigen o participan en el
experimento el grado más alto de competencia y solicitud a lo largo de todas sus
fases.
9. En el curso del experimento el sujeto será libre de hacer terminar el
experimento, si considera que ha llegado a un estado físico o mental en que le
parece imposible continuar en él.
10. En el curso del experimento el científico responsable debe estar
dispuesto a ponerle fin en cualquier momento, si tiene razones para creer, en el
ejercicio de su buena fe, de su habilidad comprobada y de su juicio clínico, que
la continuación del experimento puede probablemente dar por resultado la lesión,
la incapacidad o la muerte del sujeto experimental.
http://www.unav.es/cdb/intnuremberg.html